El gobierno realmente está en otra frecuencia, no baila al mismo ritmo que el resto de los chilenos. Y Boric, como el mal DJ que es, en vez de percibir el ambiente que hay en la disco y en base a eso tomar decisiones, obstinadamente busca imponer su propio ritmo a los demás, aunque sea evidente que no es el mejor ritmo ni del gusto de la mayoría.
Imagínense, en cada reunión de su comité político seguramente revisan las encuestas para ver “cómo anda la cosa”. ¿Y con qué se encuentran? Con que las principales preocupaciones de los chilenos son:
Delincuencia
Inflación
Cesantía
Recuperación económica
Terrorismo, etc.
Uno esperaría que dado que estos son los temas prioritarios para los chilenos, el gobierno ponga el foco ahí. Pero no, en medio de una disco caótica, con un incierto panorama económico, político y social ellos proponen muy oportunamente:
Una nueva reforma tributaria, que elevará los impuestos, ahuyentará la inversión y estancará la economía.
Y una nueva reforma previsional, que entre otras cosas, le quitará a los trabajadores la propiedad del 6% de sus cotizaciones adicionales para ser destinadas a un “fondo solidario”.
Y no conformes con esto, además se dedican a levantar temas tan urgentes y relevantes como: Incorporar la “perspectiva de género” en la comunicación del gobierno y en el funcionamiento de las policías. O inaugurar un pabellón de Chile en la COP-27 para enfrentar la crisis climática.
Insisto están en otra frecuencia, no bailan al mismo ritmo que el resto de los chilenos. Desconectados, descoordinados, improvisados.
¿Y a qué se debe esta actitud? A que después del 4 de septiembre, el gobierno se quedó sin una agenda propia fuerte, se desinfló y desde entonces está obligado a improvisar, a improvisar con el ritmo que sea.
¿Por qué? Porque su gran HIT, el que prometían que sería un éxito: La nueva Constitución, terminó siendo un fracaso rotundo. Recibió una pésima crítica, de hecho el 62% del público lo rechazó. ¿Por qué? Porque las canciones eran malas…
1. "Pluri-Chile", por ejemplo, venía con plurinacionalidad, justicias paralelas, escaños reservados, derecho a veto, restitución de tierras indígenas, entre otros. ¿Y qué pasó? A los chilenos no les gustó.
2. "Todos a Fonasa", que venía con un sistema de salud único y estatal y que ponía fin a la posibilidad de elegir, tampoco les gustó.
3. "No es tu casita", que incluía el derecho a la vivienda “digna y adecuada”, pero no propia Adivinen…no les gustó.
4. O el clásico de clásicos "No es tu platita", en el que los trabajadores ya no serían dueños de sus ahorros y no podrían heredarlos…menos les gustó.
¿Pero qué está haciendo ahora el gobierno? Agarrando estas mismas canciones (o partes de ellas) para relanzarlas en una nueva versión, en un remix, a ver si ahora logran convencer a los incautos. Por ejemplo:
“No es tu platita” obviamente no la venden como “No es tu platita”, pero en el fondo es eso, con la nueva reforma previsional: no serás dueño del 6% de tu cotización adicional, no podrás heredarlo e irá a un fondo común administrado por el Estado.
El “Pluri-Chile” no les resultó, pero ahora Boric insiste con repetir una estrofa de la canción para impulsar una nueva política de restitución de tierras indígenas y así "saldar la deuda del Estado con el pueblo mapuche".
Quizás con qué otros remix nos vayan a sorprender más adelante...Podrán cambiarle la melodía, el coro, agregar nuevas rimas o usar más autotune, pero eso no quita que siguen siendo las mismas canciones que fracasaron y las mismas que están destinadas a fracasar.
Es hora que el gobierno se adapte al ritmo de la realidad y deje de lado sus particulares gustos musicales, que tanto daño nos hacen. La música no la pone DJ Boric, la ponen los chilenos.
Soy María José Olea, Directora de Comunicaciones de FNM.
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