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¡Las leyes están para cumplirlas!

Esta claro que Chile, en los tiempos que corren, está bajo amenaza. Tanto el globalismo como el comunismo están haciendo de lo suyo en nuestro país. Nos arrebataron la paz, la seguridad, la estabilidad y la economía, entre otros. En una palabra, nos trajeron la guerra y todo lo que se desprende de ella.


Pero, no podemos olvidar que el 4 de Septiembre último los chilenos dijeron un rotundo y maravilloso NO, tanto a uno como al otro, a lo largo y ancho de Chile.


Sin embargo, constatamos que ambos no se dan por vencidos en sus acometidos e insisten en vejar y usurparnos lo que es nuestro, ¡nuestra constitución! Aquella que, indiscutiblemente nos entregó los años más prósperos de nuestra historia, porque sin duda ella no les permite apoderarse de nosotros y someternos a sus miserables intenciones. Más, los chilenos que amamos de verdad a nuestro país no nos dejaremos reducir.


Recuperaremos nuestra soberanía, nuestra seguridad y nuestra unidad.

¡Recuperaremos la paz de nuestro país!


No permitiremos que nos sigan despojando de lo que es nuestro y, si no es por la razón, será por la legítima fuerza como lo reza nuestro Escudo Nacional, porque ¡todavía tenemos patria!


Tenga claro el globalismo y el comunismo que no someterán nunca a Chile. Somos mayoría y la haremos valer contra todo desánimo, cansancio y heridas. Tenga por seguro que seguiremos luchando contra viento y marea y venceremos. No nos pondrán de rodillas con el amedrentamiento de la violencia ni del hastío. Chile no se rinde ante el enemigo ¡jamás! Y si bien es cierto, nuestro otrora adversario político cruzó hace mucho el límite que lo distingue como tal.


El globalismo y el comunismo son los enemigos más despiadados de Chile y como tal tenemos que enfrentarlos.


¡No más buenismo! Hay que entrar en razón si queremos recuperar la paz, el orden y

la seguridad. Debemos velar y exigir porque se cumplan las leyes de nuestra constitución, la que trajo la prosperidad, seguridad, el orden y la paz a nuestro país.


Desde que se dejó de cumplir con su mandato comenzó la iniquidad y destrucción de Chile, ¡Su problema nunca ha radicado en su constitución! Precisamente, radicó en haber dejado de cumplirla, mejorarla y respetarla, y los que quieren quitárnosla, sólo quieren agua para su molino, el caos, la violencia y nuestra subordinación. ¡BASTA YA! ¡Las leyes se cumplen! Y ¡Se cumplen bien! que caiga quien caiga por delinquir, causar desórdenes y vejaciones como también abandonar los deberes para con el país.


Y a propósito de la contingencia de querer o no otra Carta Magna, estamos aún regidos bajo una y de ello se desprende preguntar al soberano, es decir al pueblo, si lo quiere o no. Una omisión de aquello es INCONSTITUCIONAL y merece el castigo pertinente, porque las leyes, en un país normal, se cumplen. Verónica Correa

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