Francia. 1977. Tres hombres son acusadosde tener relaciones sexuales con niñas de 12 y 13 años (violando la edad de consentimiento por ley). El caso llega a tribunales. Varios intelectuales de la época, entre ellos Simone de Beauvoir (referente de las feministas chilenas, como Camila Vallejo), firman una petición para DESPENALIZAR las relaciones sexuales entre adultos y menores de 15 años.
Su argumento: los niños de 12 y 13 años tienen capacidad de DISCERNIMIENTO y este discernimiento se aplica al ámbito SEXUAL. Por tanto, se debe reconocer su derecho a tener relaciones con quien elijan.
En otras palabras: las relaciones sexuales entre niños y adultos, (eso piensa una de las referentes de las feministas) serían legítimas en la medida en que haya CONSENTIMIENTO por parte del niño.
Exactamente el mismo tipo de argumento que sostiene el ACTIVISMO SEXUAL de izquierda HOY .Este activismo sexual se apoya en 3 conceptos claves: la autonomía, el consentimiento y el placer.
La AUTONOMÍA es la punta de lanza que los activistas utilizan para justificarlo todo. El niño- dicen- va ejerciendo sus derechos de forma progresiva según la evolución de sus facultades (conforme a su edad, madurez y grado de desarrollo). Hablamos de algo que lo que el activismo progre llama “AUTONOMÍA PROGRESIVA”. Obviamente, es natural que a medida que crecen, los niños gocen de mayor independencia, si no fuera porque este concepto abre la puerta para que los activistas afirmen que PARTE de esta autonomía consiste en tener relaciones sexuales con adultos.
Este principio, ya está incorporado en la “Ley de Garantías de la Niñez ”, que fue promulgada en marzo de 2022. Consideremos este principio, incluso desde una perspectiva distinta a la sexual, pero que es útil para entender el trasfondo.
Qué pasa si un adolescente de 12 o 13 años, quiere participar de una marcha estudiantil en la se expone a situaciones de violencia. O si ese mismo adolescente es reclutado por un partido político. O cautivado para ser parte de una organización religiosa.
¿Estamos dispuestos, como sociedad, a admitir que es lo suficientemente “autónomo” para tomar estas decisiones sin la expresa autorización de los padres? ¿Podemos permitir que un funcionario público, un político o un líder espiritual interactúe con adolescentes incluso en contra de la voluntad de los padres? ¿O peor todavía, que un adulto tenga relaciones sexuales con él, solo porque este lo consiente ?
¿Qué criterio prima: el de los padres, o el del Estado?
El segundo concepto en que se apoya el activismo sexual, es el del CONSENTIMIENTO. La lógica es esta: Mientras los menores de edad consientan tener relaciones sexuales con adultos, NO hay delito, NO hay abuso, NO hay nada problemático o fuera de norma, porque el mero consentimiento basta y sobra . Pero despejemos de plano esta premisa: ¡Los niños NO pueden consentir relaciones sexuales!
El tercer concepto que, según el activismo sexual, debe ser considerado, es el del PLACER. Lo que se dice acá no es lo obvio: que el ejercicio de la sexualidad es y debe ser placentero, sino algo muy distinto: que la educación de la sexualidad debe estar enfocada en el placer. Cómo se educa entonces en la sexualidad, a un adolescente de 12 años… con foco en el placer, en la búsqueda del máximo placer posible, o con foco en los límites de ese placer, que obviamente es natural. Límites como el respeto por la mujer, por ejemplo…
Es tal el protagonismo de este concepto, que en la Convención anterior, el Partido Comunista y el Frente Amplio presentaron una norma que establecía una política ÚNICA de Educación Sexual Integral “ENFOCADA EN EL PLACER” y OJO “desde la primera infancia” (0-3 años). O sea, el placer como eje rector de la sexualidad. Lo que en definitiva se traduce en una sexualidad utilitarista y vacía.
La preocupación que despierta la ESI, ese programa de Educación Sexual Integral que promueve, por ejemplo, el gobierno, es que curiosamente, sus principios base: autonomía, consentimiento y el placer, coinciden con los dogmas del activismo sexual de ultra izquierda.
¡Si te resultó útil esta información, compártela, dale like y comenta! Soy María José Olea, Directora de Comunicaciones de FNM y te invito a ser nuestro socio si crees que lo que hacemos es necesario.
Fuente: https://www.bcn.cl/leychile/navegar?idNorma=1173643
Comments