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Política inútil




¿Cuántas veces se nos ha pasado por la cabeza lo inútil que pueden llegar a ser los políticos? ¿Cuántos de los que están escuchando son conscientes de que los únicos que pueden resolver sus problemas son ustedes mismos? ¿Cuántas veces han votado disgustados? ¿Cuántas veces han sentido que su voto no valió nada? Muy probablemente, a todos nos ha pasado, sin importar si somos votantes de izquierdas o derechas.


Y es que el tema que quiero tratar hoy no es quizá el más sexy o tan urgente como el de la seguridad, los impuestos o la reforma previsional, pero, en parte, puede explicar por qué nuestra política es tan inútil, poco efectiva, en definitiva, nos sale cara.


Hace ya bastante tiempo que venimos sufriendo Gobiernos paralizados y sin poder de agenda, fuerzas políticas infladas de representación en el Congreso y preponderancia exagerada de personalismos. Gobiernos que son máquinas reactivas pero de poca acción, partidillos políticos sin votante sociológico que siguen pululando por nuestras instituciones y el cultivo de personajes políticos de galería o de revista CARA…van vestidos de Naruto a la Cámara de Diputados, llevan una pelota de fútbol a un punto de prensa, hacen gala de sus habilidades de costura de ropa o de su nuevo tatuaje…


Sucede que esos problemas no son casuales…y es que nuestro sistema político, es decir, la forma que nosotros tenemos de organizar el poder político, está viciado…está estructurado de tal manera que es condición de posibilidad de todos estos problemas, permite que exista fragmentación y parálisis, sobrerrepresentación de actores políticos insignificantes y espectáculo, sí, mucho show.


Quiero atacar cada uno de esos problemas, quiero presentar mecanismos que quizás podrían hacer de la política, una actividad más efectiva, más útil para los chilenos, que quizás podría justificarse a nuestros ojos.


Problema 1: fragmentación parlamentaria y parálisis de Gobierno.


Vamos con el primero de ellos: ¿Qué hacer con la fragmentación parlamentaria y la parálisis del Gobierno?


Actualmente existen en Chile 21 partidos políticos con representación parlamentaria en la Cámara de Diputados, lo que hace muy difícil para un Gobierno impulsar su agenda, si es que si quiera la tiene…


Un mecanismo necesario, pero no suficiente, para sanear el problema de la fragmentación podría ser el establecimiento de umbrales o barreras electorales. ¿En qué consisten? En la necesidad de que, para que un partido pueda acceder a escaños en el Congreso, obtenga un determinado porcentaje mínimo de votación a nivel nacional, de manera que, de no lograr dicho porcentaje, no tendrá acceso a representación parlamentaria, aunque haya logrado escoger a representantes.


Pongamos un ejemplo:


Imaginemos que el umbral de votación mínima a nivel nacional que debe obtener un partido para acceder a cupos en el Congreso es de un 5%. Apliquemos la regla a una elección hipotética:


Partido A obtuvo 4 escaños y 3,84% de votos a nivel nacional.

Partido B obtuvo 2 escaños y 5,3% de votos a nivel nacional.

Partido C obtuvo 7 escaños y 8% de votos a nivel nacional.

Partido D obtuvo 1 escaño y 2% de votos a nivel nacional.


¿Qué partidos accederían a escaños y cuáles no por no haber superado el umbral del 5%?

Solo B y C podrían entrar al Congreso. A y D se quedarían fuera, por no alcanzar el umbral mínimo de votación a nivel nacional.


¿Qué pasaría si se aplican en Chile? ¿Cuántos partidos sobrevivirían al recorte? ¿Seguiría el Partido Comunista teniendo representación en el Congreso?


Apliquemos el umbral del 5% a la última elección de la Cámara de Diputados:

Solo 6 de 21 partidos habrían pasado el corte del 5% en la elección parlamentaria de 2021: Partido Comunista, Partido Socialista, Partido de la Gente, Renovación Nacional, Unión Demócrata Independiente y Republicanos.


4 de esos 6 partidos son de oposición. Desaparecerían TODOS los partidos del Frente Amplio. Dejaría de existir el partido del Presidente Boric (Convergencia Social), el del Ministro Jackson (Revolución Democrática) y la histórica DC que en su época alcanzó 82 diputados.


¿Implica esto que el Frente Amplio dejaría de ser una plataforma política con representación parlamentaria? No, por supuesto que no, pero los obligaría a converger en uno o dos partidos y no en seis o siete. Lo mismo sucedería con el Partido Liberal, el PPD, la DC y el Partido Radical. Así, podríamos pasar de 21 a 8/10 partidos con representación política en el Congreso.


¿Qué existe detrás de esta regla? ¿Cuál es su sentido? Evitar partidos de nicho, partidos de poca vocación nacional, de causas y no de proyectos políticos, partidos que, en definitiva, solo aspiran a obtener uno que otro cargo en las instituciones del Estado, pero que no presentan a los chilenos un verdadero programa u hoja de ruta para el país. Permite a su vez una mayor fluidez en las relaciones del Gobierno con el Congreso y la posibilidad de llevar adelante la agenda con la que se triunfó en las elecciones.


Problema 2: Sobrerrepresentación de actores políticos


Otro problema que aqueja a nuestro sistema político es que este no es un fiel reflejo de la realidad social. ¿A qué me refiero con esto? A que existen actores políticos que tienen más cargos de representación de los que en realidad deberían tener y otros que tienen menos de los que verdaderamente merecen.


Parte de este problema se genera por lo ya explicado minutos atrás: el tránsito desde un sistema binominal a uno proporcional inclusivo sin la introducción de barreras o umbrales electorales. PERO, esto no lo es todo. Y otra causa de los problemas de representación se encuentra en los pactos electorales, es decir, la posibilidad de que los partidos políticos se unan para maximizar su resultado electoral.


Y es que los pactos electorales generan una falta de correspondencia importante entre el número de votos que obtiene un partido que va en pacto y el número de escaños alcanzados en el Congreso, en relación a otro partido que no va en pacto.


Les grafico esta situación a partir de la elección del 2021. Veamos primero al Senado:


El Partido de la Gente obtuvo 378.424 votos y 0 senadores. Tuvo 24.000 votos más que la UDI (pero esta accedió a 5 senadores). Tuvo 65.000 votos más que el PS (pero este accedió a 4 escaños). Tuvo 267.000 votos más que el PPD (pero este accedió a 2 senadores).


El Partido Republicano obtuvo 336.323 votos y 1 senador. Tuvo 23.000 votos más que el PS (pero este accedió a 4 senadores). Tuvo 225.000 votos más que el PPD (pero este accedió a 2 senadores). Tuvo solo 18.000 votos menos que la UDI (pero esta lo quintuplicó en senadores).


Y en la Cámara de Diputados la situación no es mejor…


El Partido de la Gente obtuvo 534.881 votos y 6 diputados. Tuvo 191.000 votos más que el PS (pero el PS accedió a más del doble de escaños). Tuvo 327.000 votos más que el Comunes (pero Comunes accedió a los mismos escaños). Tuvo 70.000 votos más que el PC (pero el PC accedió al doble de diputados).


El Partido Republicano obtuvo 666.726 votos y 14 diputados. Tuvo 323.000 votos más que el PS (pero solo un escaño más que el PS). Tuvo 202.000 votos más que el PC (pero solo dos diputados más que el PC). Tuvo solo 5.000 votos menos que la UDI (pero esta tuvo 9 diputados más).


¿Se entiende ahora lo que ocurre con los pactos electorales? Tienden a sub representar a fuerzas políticas y a sobre representar a otras, generando que la cantidad de votos de un partido político no se vea verdaderamente reflejada en el número de escaños que alcanza en el Congreso.


¿Qué hacer? Eliminar los pactos electorales, de modo que los chilenos puedan escoger el programa político que más los representa, sin tener que por ello subsidiar a otra fuerza política con la que no concuerdan, generando así una configuración del sistema político que sea fiel reflejo de la realidad social.


De este modo, los partidos competerían en solitario y recibirían un número de escaños en el Congreso que tiene correlato con el número y porcentaje de votos obtenidos en la elección.

Problema 3: personalismo y performance


Por último, como forma de evitar o disminuir las tentaciones de despliegue personalista y performático, otro punto a discutirse respecto del sistema político es la implementación del sistema de elección por listas cerradas.


¿Qué son las listas cerradas?


Es un modo de competencia electoral en el que los chilenos votan por la lista de un partido y no por candidatos particulares, siendo elegidos los representantes en base al orden que figuren en la lista, predefinido por el partido, conforme al porcentaje de votación obtenido por la totalidad de la lista en la elección.


Por ejemplo:


Compiten por listas los partidos A, B, C y D. Los electores votarán por los partidos A, B, C o D, pero no por el candidato Aa, Ba, Ca o Da. ¿Y cómo sabremos que personas saldrán electa? Dependerá del orden asignado por el partido a los candidatos en la lista y el número de votos que obtenga una lista. En el ejemplo:


Supongamos que se reparten 10 escaños. Lista A obtuvo el 40% de los votos, B el 30%, C el 20% y D el 10%. Los candidatos elegidos serían Aa, Ab, Ac, Ad, Ba, Bb, Bc, Ca, Cb y Da.

¿Cuáles serían las ventajas de las listas cerradas?


Se fortalecería lo programático e ideológico, la construcción de un proyecto de país, restándole importancia personalismo, al carisma y capacidad performática que pueda tener el candidato de dicho partido, al punto de volverlo casi absolutamente sustituible.


A su vez, generarían mayor cohesión al interior del partido al poner a todos los candidatos y autoridades del partido al servicio de un proyecto político y su respectivo programa, lo que devendría también en un mayor nivel de consistencia y disciplina partidaria.


Por último, concentrarían la responsabilidad política en el partido mismo y no en representantes diversos, vinculando más directamente a los electores con sus representantes.


En definitiva, harían virar la actividad gubernamental y parlamentaria desde una política de candidatos hacia una política de proyectos y programas políticos.


En fin, es de vital importancia que elementos del sistema político, como el sistema de partidos o las reglas electorales, estén correctamente configurados, con el objetivo de generar todas las condiciones posibles para que la actividad política funcione, para que sea eficaz, para que resuelva problemas que supuestamente está destinada a resolver y para que, en última medida, sea vea justificada por quienes la hacen posible, por nosotros, los ciudadanos de este país.


Si crees que alguna de estas ideas puede ser útil, comparte este video y coméntanos qué más se podría hacer al respecto.





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