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"Presidente Boric ¡Renuncie!"



Gobierno no renuncia y empresarios no se enteran


Una de las cosas que más me han dicho, después del plebiscito, es que ‘nos salvamos’. Me lo dicen en la calle, me lo dicen amigos, conocidos, mi propia familia…

Creo que, si tuviéramos que describir la sensación país, después del rechazo, podríamos decir que fue la de un gran suspiro, un suspiro de alivio. Creo que eso representa lo que muchos, millones de chilenos sintieron el 4 de septiembre.


Pero hace un tiempo, me pasó algo desconcertante. Estaba en una reunión social con alguien a quien yo no conocía mucho, y de repente me dice algo así como ‘fuiste muy importante, pero ahora necesitamos algo completamente distinto. Ahora lo que importa es llegar a acuerdos’.


En principio no entendí, hasta que me di cuenta de que esta opinión de living coincidía un poco con lo que una parte importante de la derecha estaba diciendo: Piñera, Macaya, Shalper, Chahuán, los académicos, los iluminados ¡todos!…


Una cosa curiosa porque en realidad los acuerdos- creo yo- forman parte esencial de la política, PERO de repente, la gente (estamos hablando básicamente de la elite) empezó a pensar que el fracaso del apruebo, había hecho desparecer a la ultraizquierda que estaba detrás del texto. Bueno, desaparecer o derechamente renunciar a su proyecto político…

El fracaso electoral lo entendieron como golpe mortal. La verdad es que no sé por qué…


Esa ultraizquierda que hoy gobierna, esa que se lo jugó todo por el apruebo, que focalizó sus primeros 6 meses de gobierno en conseguir la aprobación del texto, no dio una sola señal de renuncia. Más que eso: no hizo autocrítica alguna. Esa izquierda explicó el fracaso desde una supuesta proliferación de fake news, y fue explícita en decir, una y otra vez, que no renunciaba.


Últimamente lo han reiterado, además.


Lo dijo el Senador Latorre en una entrevista reciente en La Tercera, a propósito de la cuenta presidencial. Leo extractos:


Acá no hay ninguna renuncia como ocurrió con el gobierno de la Presidenta Bachelet (…) acá hay un compromiso de avanzar lo más que se pueda en la hoja de ruta y con las fuerzas que se tienen. Somos minoría, pero al mismo tiempo tenemos claridad


Y luego insiste:


El Presidente fue bien claro en decir que acá tenemos convicciones, una hoja de ruta para avanzar, pero que también tenemos flexibilidad táctica para ir ponderando las prioridades ciudadanas


O sea, las concesiones (yo no he visto cuáles son, pero en fin) supuesto que existan, serían parte de una táctica orientada a lograr objetivos.


Y la verdad es que los hechos confirman que han sido honestos: no han renunciado.


Un caso reciente:

El Gobierno presenta una reforma tributaria (un proyecto de aumento de impuestos, evidentemente), y la reforma se rechaza, eso fue el 8 de marzo. Un fracaso importante, para un Gobierno que quiere y necesita un Estado elefantiásico ¿Qué hace Boric? En su cuenta pública, el 1 de junio, o sea, solo 3 meses después de que se rechazara la reforma, habla en 10 oportunidades de la necesidad de una reforma tributaria. Y condiciona a la aprobación de la reforma tributaria, cosas como la Sala Cuna, “Deuda histórica profesores”, la Educación superior, los Cuidados, los Centros contra Violencia Sexual, la Seguridad y orden público, la Reforma de pensiones. En otras palabras: todo depende de lo tributario.


Para entender, entonces, la posición de los que dan por superado el peligro que representa la ultra izquierda para nuestro país, a mí me gustaría mucho saber cuáles son los hechos en que descansa esta confianza.


Y respecto de la reforma tributaria, es importante agregar que en su estrategia, el Gobierno le cambió el nombre. Ahora no habla de reforma tributaria (concepto que induce a intuir que viene un alza de impuestos, algo el 60% de los chilenos cree que no sería bueno porque frenaría el crecimiento, según Encuesta Panel Ciudadano, de la UDD)


Ahora se llama “pacto fiscal”: o sea, un aumento de impuestos pero camuflado bajo un supuesto compromiso de austeridad, bien etéreo, y por supuesto, presentado bajo el manto purificador de un supuesto acuerdo transversal, un pacto.


En este escenario es que aparece el Gobierno buscando un camino alternativo, como dijo Marcela Cubillos en su columna del Mercurio… “la cámara de diputados rechazó la reforma tributaria, pero como el gobierno no ‘cambia sus. Convicciones’ (lo dijo el Presidente en su cuenta pública), optó por cambiar a sus interlocutores. Pasó del Congreso a los gremios empresariales”


¿Y qué hace la Sofofa, con Boric?


En primer lugar, arrogarse una representación que no tiene. En este sentido, la Sofofa no se distingue en nada de la CUT: así como el sindicato habla en nombre de los trabajadores, a pesar de que los trabajadores afiliados a él, son menos del 10%. Así también la Sofofa aparece hablando en nombre de las empresas, no se sabe en virtud de qué, porque en rigor:


- Ni representan a los empresarios

- Ni tienen legitimidad democrática para ser interlocutores del Gobierno para negociar una legislación


Se parecen a la CUT, pero- a diferencia de la CUT- y en ese sentido, sin la astucia de la CUT, se sientan a negociar concediendo 2 puntos fundamentales:


- El primero, el nombre: ya no hablan de aumento de impuestos, hablan de pacto fiscal

- El segundo, admitiendo algo que carece de todo fundamento respecto del pacto fiscal “el país lo pide” ¿de dónde sacan eso? ¡con qué derecho hablan en nombre del país! ¡qué legitimidad democrática tienen!


Como tontos útiles, validan el concepto que el propio Gobierno está interesado en usar. O Sea: son como la CUT en cuanto a lo poco representativos, pero sin la astucia de la CUT para los efectos de su negociación.


Pero sobre todo, velando por sus propios, personalísimos y mezquinos intereses, dispuestos a cerrar mercados y reducir la competencia: jugando al ‘sálvese quien pueda’, a costa del país y en desmedro de los chilenos


Todo esto, bajo el liderazgo de una ex alumna del Villa María cuyo mérito es haber participado de marchas con pañuelos verdes y trabajado en la empresa de su papá para llegar luego a una institución gremial, a usar el mismo lenguaje de Boric… voy a leer una de sus respuestas a una entrevista de un medio de prensa…


Luego del estallido, pregunta el periodista se repitió en el sector privado el ‘no lo vimos venir’… y ella responde “no se puede repetir eso de ‘no lo vimos venir’, debe quedar tatuado en el corazón. Las empresas estamos habitando el territorio y cada uno es un ecosistema que replica las mismas virtudes e inequidades que la sociedad. Es parte del estilo de ser mucho más cercanos, más ciudadanos, más vinculados”



Mismo lenguaje de la convención, exacto: habitar territorios… Habitando la estupidez, se llama la `película’…


Gobierno no renuncia y lo de salud no es casualidad, también es ideológico


NO HAY RENUNCIA. Y la situación sanitaria, parece confirmarlo también.


Es evidente, que en el manejo de la crisis por virus respiratorios que afectan principalmente a recién nacidos, ha habido problemas de gestión, que no sorprendería, tenga que ver con que este gobierno está repleto de recién egresados que se dedicaron a la política en sus años universitarios. No se les puede pedir demasiado profesionalismo, por tanto…


Pero lo que pasó con el subsecretario, va un poco más allá…


A raíz del caso de la muerte de una guagua que, estando grave, se le asignó una cama en Arica, el subsecretario señala que hay un protocolo, en el que el ministerio contacta clínicas privadas en caso de ser necesario, para trasladar a los pacientes que lo requieran… dice que ese protocolo se siguió y que no había camas en las clínicas. Pocas horas después se hace público que la Clínica Las Condes nunca fue contactada. La ministra explica que hay un dictamen de la contraloría que impide trasladar pacientes a la clínica Las Condes, la contraloría la desmiente…


Podemos volver a los errores de gestión, a las explicaciones que se dan sobre la base de antecedentes falsos, elija usted si esas explicaciones fueron de buena o mala fe, si respondieron solo a la ignorancia o hubo ánimo de mentir, etc.…


Dejemos eso de lado, y consideremos ¿qué es lo que piensa este gobierno de la salud privada?

¡Que no debería existir! Esa es la verdad. Que es el Estado el que debería ser proveedor único de salud, y que- por supuesto- jamás debería financiar a privados comprando ese tipo de servicios.


Y la verdad es que lo dicen: ese el dogma que tienen incrustado en su cerebro,


Por tanto, no sorprende que (seguramente sin ánimo de matar personas, que no creo lo tengan) haya en ellos una resistencia a derivar pacientes al mundo privado, algo que contraviene sus principios, algo que atenta contra una ideología a la que adhieren casi irracionalmente, desde el resentimiento…


Por eso se oponen a las iniciativas privadas, aunque funcionen bien, por eso odian la Teletón… porque contraviene su religión laica.


La lógica es esta: “la salud es un derecho”, y por eso, las personas tienen que aproximarse a ese bien, a ese servicio, con la disposición de “es algo que se me debe”. Y el que lo debe, es el Estado… y eso explica que la idea de terminar con las Isapres, les acomode.


El problema que se produce para ellos, cuando es un privado el que satisface la necesidad y hay transferencias de recursos fiscales, es doble


- Por una parte, está el tema del enriquecimiento, que despierta en ellos esa disposición del ánimo que está en la base de su ideología: el resentimiento envidioso

- Pero también hay un rechazo a la gratitud, como disposición de vida. La gratitud del que recibe algo de otro, les parece nociva.


Entonces, estos errores, estos problemas aparentemente logísticos, de si llamaron o no a la clínica las condes, podrían responder- más o menos concientemente- también a cuestiones ideológicas. De hecho, es interesante ver bajo qué argumento Boric le pide la renuncia al subsecretario: no dice que se equivocó o mintió, acota la responsabilidad a un tipo de responsabilidad: habla de “situaciones políticas que dificultaron el trabajo”…


“Las responsabilidades, por cierto, tienen que hacerse valer. Y cuando hay situaciones políticas que dificultan el trabajo, por cierto que esa responsabilidad tiene que hacerse valer y es lo que estamos haciendo ahora”


Pitutos: Gobierno


Más todavía: 94 mil funcionarios públicos contratados por este Gobierno, sin que haya una respuesta clara respecto de las razones que pudieran justificarlo.


¿Entendemos, dimensionamos, lo que son 94 mil operadores políticos? ¿funcionarios pagados por el estado para hacer activismo político? Ningún equipo de campaña puede competir con eso, no hay posibilidad alguna de equiparar esos recursos…


Entonces cuando decimos que el Gobierno y la Ultra izquierda no han renunciado, nos referimos también a esto: a la conformación de un verdadero ejército…


Y tampoco es que estemos especulando, lo dijo Boric explícitamente esta semana en el aniversario de su partido, en el que manifestó la esperanza de que este fuera el último aniversario (están intentando unir fuerzas y transformarse en un solo gran conglomerado, porque corren riesgo de desaparecer en un eventual cambio de sistema político), pero también dijo que había que avanzar, utilizando también al estado ¿Hay algo más fascista que esto? Lo dijo el Presidente, con micrófono, hace unos días.


¿Entonces viene a mi mente esto de “hay que llegar a acuerdos”, “hay que ceder” … y me pregunto si en el marco de este buen espíritu, de esta buena onda, de esta cosa medio hippie, hay conciencia de que hay un grupo que es peligrosísimo, y que no está pensando en ceder o renunciar, sino en avanzar?


Digo yo… para que los acuerdos sean más o menos inteligentes, y beneficiosos, y no terminen siendo una trampa autodestructiva. Porque además, da la casualidad de que este grupo que grita a los 4 vientos que no pretende renunciar está en el Gobierno, entonces habría que aproximarse a este ellos con un cierto grado de prudencia: no vaya a ser que seamos como la rana de la fábula, con el escorpión.


Pero además de los 94 mil funcionarios nuevos, el Gobierno ha acogido a 13 ex convencionales, en el aparato público. No son ‘gestos’ de arrepentimiento o vergüenza: fichar a 14 de los rostros de la derrota electoral más estruendosa del siglo, no es propio de quienes quieren borrar su historia o transitar por caminos distintos.


Hay más: este Gobierno ha creado también una cofradía al interior del estado: la hermana de Camila Vallejo, jefa de Gabinete en la rectoría de la UTEM…. El hemano de Nicolás Grau, al Ministerio de Desarrollo Social. Después apareció el primo con un aumento de sueldo,. Beatriz Sánchez, embajadora en México: su hijo y el hijo de Claudia Mix, contratados en el Gobierno. El cuñado de Giorgio Jackson en el MOP. Velasco, el embajador en España, cuyo mérito consiste en ser amigo del Presidente. Matías Meza-Lopehandía, otro amigo, y bueno, también su mujer, por ser la mujer del amigo. Nicole Vergara, Francisca Moya, Raúl Domínguez, Felipe Jeria, Diego García, Polette Jara, Antonia Illanes… en fin, uno puede criticar a Boric por muchas cosas, pero no puede dejar de reconocer que es amistoso el hombre…


Estas cosas las hace un presidente que hizo declaraciones tajantes al respecto, en contra del amiguismo, los parientes y pitutos.


Un presidente que se autoimpuso une estándar muy estricto, mucho más estricto que el legal…


Entonces cuando las personas sacan conclusiones apresuradas de los resultados del plebiscito, y dicen cosas como “nos salvamos”, yo insisto, yo me pregunto ¿están viendo que el hombre que gobierna el país, no está cuidando las formas, siquiera? Que avanza a pesar de las críticas. Porque el descaro significa algo, da cuenta de un desprecio por el qué dirán y correlativamente, de un aprecio por eso que se hace ‘a pesar de los pesares’. Es más importante avanzar en la hoja de ruta, como dicen ellos, que la popularidad: eso es lo que hay detrás de la falta de pudor del Gobierno. ¿Renuncia? Ninguna.




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